El “deliberado e inducido” conflicto universitario (Parte II)


El “proceso de aprendizaje” puede definirse como una actividad individual que  evoluciona sistemáticamente dentro de un ámbito paradigmático sociocultural. Es consecuencia de la interacción de múltiples factores cognitivos donde se “asimilan e interiorizan nuevas informaciones (hechos, conceptos, procedimientos valores)…se construyen nuevas representaciones mentales significativas y  funcionales (conocimientos)…que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron”. Es un proceso continuo, por lo que cualquier  maniobra deliberada e inducida de degradarlo, violenta postulados normativos tales como los establecidos en el artículo 109 de la Carta Magna: “conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación”.

Partiendo de las anteriores premisas conceptuales, resulta oportuno y pertinente esclarecer cualitativamente algunos aspectos de la “Crisis País-Universidad”:

La política de restricción presupuestaria del ejecutivo nacional en contra de las universidades, y la violación continuada de su autonomía universitaria (en sus aspectos académicos, administrativos y laborales), ha generado graves daños en su infraestructura, la calidad de vida de toda su comunidad y fundamentalmente en la continuidad y óptima calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Algunos ejemplos de ello:

I. El gobierno retrasa y desfasa el ajuste salarial justo y meritorio de los trabajadores universitarios. Esto conlleva a que si un profesor (por ejemplo) encuentra una beca para  cursar estudios (dentro o fuera del país), el cual  le permita mejorar su nivel académico (en beneficio de sus alumnos y la sociedad), lo único con lo que le puede respaldar la universidad, es concederle un permiso remunerado: pero entonces la gestión institucional confronta inconvenientes para contratar algún otro docente debido a que la OPSU establece una restricción a través de una rígida e inelástica “maqueta presupuestaria”, afectándose entonces los procesos académicos relacionados con una educación de excelencia y calidad.

II. Existe una tendencia negativa para la universidad y el país, que consiste en la renuncia masiva de docentes y trabajadores universitarios en general. Para el caso particular de un profesor con una larga y meritoria carrera universitaria, esto origina un extraordinario vacío académico no sencillo de solventar, que en la práctica se traduce en una afectación significativa y evidente sobre el nivel óptimo de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Con el agravante, que las ofertas de concursos para ocupar cargos académicos resultan desiertos por el poco o nulo interés de participar profesionales en oportunidades universitarias para desempeñar el digno  oficio de docente: debido a los pésimos  salarios.

III. Existe en algunas universidades la postura equivocada de comenzar a desconocer o negar derechos adquiridos de los trabajadores y sector estudiantil, ante esta  política gubernamental de carácter recurrente, autoritaria, unilateral y violatoria de derechos humanos fundamentales. Cuando en realidad, se debe fijar posición institucional, y como bloque universitario, rechazar con contundencia y argumentación esta actuación desmedida y deliberada en contra de la razón esencial de la Universidad, como lo es el bienestar de la sociedad venezolana a través de una formación integral de los estudiantes universitarios.

Por tanto se demanda por parte de los universitarios: i) Realizar  un análisis exhaustivo de los procesos académicos, de manera de levantar un diagnóstico de los daños, desviaciones o distorsiones generados por la crisis universitaria deliberada e inducida; ii) La vigencia de las normas de homologación; la implementación del salario mínimo vital (Art. 91 CRBV); la derogación del articulado de la Ley del ISLR que obliga el pago del impuesto sobre el bono vacacional y de fin de año;  el pago de prestaciones sociales y  deudas; el cumplimiento de los acuerdos FAPUV-MPPEUCT de noviembre de 2015; etc..

http://lanacionweb.com/columnas/opinion/el-deliberado-e-inducido-conflicto-universitario-parte-ii/

Pedro Morales. Docente Universitario.
pmoral@unet.edu.ve; @tipsaldia

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