“Crisis humana o emergencias políticas”


El disfrute de una vida digna está condicionada por valorar y respetar de manera integral al individuo en todo su ser: biológico, psíquico, social y ético. Sin embargo, conflictividades provenientes del propio ser humano pueden originar una “crisis humanitaria” o “emergencias políticas complejas” (EPC) que representan en la práctica una excepcional y evidente amenaza a este derecho fundamental: la “dignidad humana”. (a) (b)
Además, en una sociedad donde sus valores están trastocados o los paradigmas sufren transformaciones decadentes, si en verdad no existe la disposición en rectificar por parte de los actores que están involucrados en dicha conflictividad, sus acciones contradictorias e incoherentes desbordaran en las consecuentes “emergencias complejas”, que pueden prologarse en el tiempo y conllevaran a una situación de catástrofe e impacto destructivo sobre todas las dimensiones de la sociedad. Resulta oportuno entonces caracterizar las EPC:
i) La falta de autonomía de los poderes del estado que afecta la institucionalidad y la gobernabilidad; ii) La pobreza, desigualdad, y falta de acceso a servicios básicos); iii) La proliferación de estructuras monopólicas y oligopólicas de naturaleza “heterodoxa”; iv) La implementación del “marxismo cultural” que atenta en contra del sistema de valores morales y éticos de la sociedad; v) la violación sistemática de los derechos humanos; vi) La creciente corrupción; vii) Los desequilibrios macroeconómicos recurrentes; viii) La potencial condición de hambruna ; ix) El abandono a la infraestructura económica, social y política (capacidad productiva, aparato agrícola e industrial, vías de comunicación, plataforma hospitalaria, base educativa, etc.); x) La destrucción del aparato productivo nacional: la escasez y desabastecimiento de absolutamente todo; xi) La consecuente “hiperestanflacion”  (inflación, desempleo, estancamiento) dentro de una espiral decadente e involutiva;  etc.    
No obstante, se requieren ciertas condiciones y circunstancias que pueden revertir tal proceso degenerativo. Aquí algunas de ellas (c):
i) La autocrítica sincera y conocimiento pleno de su realidad (valorando lo retrospectivo como fundamento para lo proyectivo); ii) La fortaleza de sus instituciones e independencia de los poderes públicos; iii) La legitimidad y credibilidad de sus gobernantes o representantes; iv) La consolidación de la meritocracia y del sistema de valores morales y éticos; v) La responsabilidad de los funcionarios del Estado y sociedad en general; vi) La vocación para el trabajo y dedicación al estudio; vii) La aplicación de políticas coherentes en todas las dimensiones de la sociedad; viii) El consenso para diversificar e incrementar la productividad como sustento de mejores remuneraciones; ix) La inversión social (educación, salud, seguridad, etc.) prioritaria ante los gastos militares; x) El aporte financiero externo; xi) La vigencia del “Principio de Responsabilidad de Proteger”. (d)
(a) Desde el punto de vista semántico la expresión “crisis humanitaria” no es la adecuada: lo correcto sería expresarla como “crisis humana”. Sin embargo, se trata de una expresión aceptada y utilizada en el ámbito científico y literario que aborda esta situación.
(b) En el caso particular se asume la expresión “Emergencias Políticas Complejas”.
(c) Involucra gran cantidad de actores, que en lo básico tienen una visión compartida, parten de la implementación de un plan estratégico, y coinciden en hacer valer y prevalecer un sistema de valores tales como la responsabilidad, la dedicación, el compromiso, etc.
(d) Principio aprobado por la Asamblea General de la ONU en 2005, según el cual la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger a la población civil…
(*) Docente Universitario pmoral@unet.edu.ve ; @tipsaldia
Pedro Morales (*)

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