ANTICRISTO
Es un hecho cierto que una institución como la
Reserva Federal (creada en 1913) de los
Estados Unidos, en contraparte con la deuda contraída por su Departamento del
Tesoro, tiene la facultad absoluta e
invariable de emitir dólares de forma ilimitada, y por tanto de ampliar
indefinidamente la oferta monetaria (con alcance o cobertura mundial) en base
al principio
de reserva fraccionada, a los acuerdos de Bretton Woods
(1944) y al mecanismo de negociación política sintetizado en el “petrodólar”:
acordado en la década de los años 70 del siglo 20 entre los Estados Unidos y la
OPEP.
Igualmente desde un
enfoque retrospectivo se debe recalcar que Venezuela en su condición de país
monoproductor, monoexportador (de materias primas principalmente) y consumista
(de productos con valor agregado, pero en ocasiones no necesarios y aparte de
ser de segunda mano u obsoletos), ha obedecido, obedece y seguirá obedeciendo a
intereses económicos y políticos “imperialistas”. Traducido en términos
monetarios a depender exclusivamente del dólar estadounidense (con una historia
de 100 años de renta petrolera), y con ello vulnerable a las decisiones de sus
autoridades económicas, financieras y políticas…
Consiguientemente,
inspirado en parte por las líneas filosóficas de Friedrich Nietzsche (1844-1900),
se realiza un breve análisis que va
mucho “Más
allá del bien y el mal” (1886), esto con el fin de precisar a grandes
rasgos “El
Anticristo” (1895), sobre todo en la antesala de un
inminente “nuevo orden mundial”, y que
para Venezuela representa una época paradójica de riquezas
y pobrezas que se moviliza en un escenario caracterizado por:
La implementación de un
modelo de economía política (que copió la mayoría de los errores que llevaron
al fracaso a la Unión Soviética y a la China de Mao Tse-tung) y el arraigo de flagelos socioeconómicos tales como la “megahiperestanflación”,
la “dolarización burbuja” producto del triángulo perverso bolívar-peso-dólar, el
“vacío
de autoridad” a todo nivel, el
sistema de lista o “popular” para surtir gasolina dada su gratuidad,
el salario
mínimo inconstitucional, “the
politics as show business”; el “comportamiento reptiliano” que origina que
lo bueno o lo malo no signifique nada, solo hay que preocuparse por uno mismo”,
etc.
En tal sentido
considérense las siguientes ideas:
Tanto en el momento
“sorpresivo” del ataque a Pearl Harbor (07-12-1941) que los “obligó” a incursionar en la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), hasta el “fin simbólico” del conflicto (14-08-1945)
debido a los bombardeos atómicos (crueles e inhumanos) sobre las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945), es un hecho histórico
cierto que la economía de los Estados Unidos fundamentada
principalmente en la industria manufacturera, petrolera, carbonífera y de
energía eléctrica, se encontraba en una
situación de “privilegio” en cuanto a la fortaleza de su producción estratégica
encajada en el “proceso constructivo” de
su hegemonía mundial, la cual fue adquiriendo
forma clara y definitiva desde el mismo instante que procuró la satisfacción de
las “necesidades” no solo de los países Aliados sino también de las Potencias
del Eje: “worked on both sides of World War II”. Referencias: i) “Wall street and the rise Hitler” (Sutton, 1976) ; ii) “Deceit” (Stinnett, 2001)
Sacando a relucir sus ventajas
competitivas y comparativas ante una Europa completamente destruida en al menos
su infraestructura productiva, la etapa histórica descrita en el anterior contexto estuvo caracterizada
por una secuencia lógica de eventos afines que se sucedieron unos a otros en
una eterna dialéctica, que además condujeron a un “mundo unipolar” comandado
por Estados Unidos pero dependiente o sustentando en la hegemonía del dólar o “dollar
hegemony” como divisa de reserva y uso mundial para la diversidad de
transacciones económicas, comerciales y financieras. Todo como resultado de
“relaciones de poder” que le permitió a los Estados Unidos “conducir la
conducta” de los demás países del mundo, empleando “estrategias y ciertas
tácticas con el objetivo” de conformar un nuevo orden mundial. Referencia: Michel Foucault (1981). Entrevista
en Universidad de Lovaina
Por otra parte según el
presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin (06-06-2019): “Las principales
instituciones globales se crearon como parte del acuerdo de Bretton Woods hace
75 años… Desde entonces han ido apareciendo nuevos centros económicos. El papel
de las monedas regionales ha aumentado. El equilibrio de fuerzas e intereses ha
cambiado. Es evidente que estos cambios profundos requieren que las
organizaciones financieras internacionales se adapten, se requiere un
replanteamiento del rol del dólar, que, debido a que se convirtió en una moneda
de reserva mundial se convirtió hoy en día en un instrumento de presión, por
parte del país que lo emite, contra el resto del mundo…quizás no solo nos
llevará a guerras comerciales, sino que nos llevará a luchas sin reglas: todos
contra todos…”. Referencia: Foro
Económico Internacional de San Petersburgo (6 al 8 de junio de 2019)
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. 2018-2019.
Pedro
Morales.
Economista
ULA (1989)
Docente
Universitario ULA-Mérida (1991-1996)-UNET (desde 1997)
Enlaces relacionados:
http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/anticristo_285833
https://lanacionweb.com/opinion/anticristo/
http://www.radiofeyalegrianoticias.net/sitio/anticristo/red-de-opinadores/
https://www.costadelsolfm.net/2019/06/20/pedro-morales-anticristo/
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