Diario La Nación: Criterios antieconómicos presentes en la asignación de cupos universitarios (20-05-2.015)
En diciembre del 2.014
el Consejo Nacional de Universidades (CNU), de manera intempestiva y con
mayoría oficialista, aprobó el cambio de criterios para el ingreso al sistema
universitario, donde el esfuerzo, dedicación
y alto rendimiento del estudiante es marginado: reduce
el valor de las calificaciones de 1ro a 4to año de bachillerato, al pasar de 97,5% a 47,5%.
Así por ejemplo, un alumno tachirense
con promedio de 19 puntos, que haya cambiado su residencia al Zulia por razones
deportivas de alta competencia, regresando a San Cristóbal para graduarse, y
dispuesto a estudiar en la ULA Mérida, en ingeniería de sistemas, por nada
queda fuera de la asignación de un cupo. Con el agravante, que al autorizar
el gobierno el ingreso de 380 mil estudiantes, al sistema de educación superior, sin contar con la capacidad
idónea para recibirlos, va en detrimento
de la propia excelencia académica.
Nadie puede estar en
desacuerdo del sagrado derecho de los jóvenes venezolanos, de tener acceso al
sistema universitario: masificación. Sin embargo, pareciera que los
responsables de la aplicación de políticas económicas y sociales, actúan en
función de criterios netamente políticos y electorales, desconociendo las
restricciones que imponen las leyes (de todo tipo): que afectan regresivamente el
funcionamiento óptimo del sistema.
Aparte de las
consideraciones de orden constitucional o teológico, donde se demanda una
educación de calidad para el beneficio de la sociedad, se encuentran presentes
extremadas limitaciones que amenazan la calidad de los procesos educativos
(masividad): las limitaciones propias de los ecosistemas (termodinámica), la
excesiva demanda de productos (matriculación) ante una oferta rígida, funcionamiento
en la etapa de sobreutilización de los recursos, creciente densidad
poblacional, un alarmante ritmo de crecimiento de la “huella ecológica”, la
cual requiere duplicar por lo menos la planta física e infraestructura existente (con una tasa de aumento que permita
satisfacer las necesidades propias de una población que crece a ritmo
exponencial), y con la practica antieconómica, de darle prioridad al incremento
cada vez mayor de estudiantes, sacrificando
con ello la consolidación de una
base económica universitaria sustentable.
De acuerdo a
estimaciones previas, el gasto de funcionamiento (GF) de las universidades debe
inmediatamente incrementarse en por lo menos 2.5 veces, donde respetando los aumentos
salariales (S) de sus trabajadores, pueda ubicarse en una relación económica de
equilibrio de 60% (GF) a 40% (S).
Asimismo, en función de la pérdida de valor de los presupuestos universitarios,
a causa de la devaluación, que ha atentado contra la adecuada ejecución de los
“Planes de Desarrollo Integral” de las universidades, se requiere que el
ejecutivo nacional le restituya más de 2
mil millones de dólares.
Así planteadas las
cosas, la Universidad en todo su conjunto requiere de un cambio de estrategia
dentro del marco que establece la “Gobernanza Inteligente”, donde las exigencias
deben redirigirse a consolidar una infraestructura y capacidad de producción (a), base que
genera y garantiza de forma efectiva los
diferentes procesos establecidos en la estructura curricular universitaria. Se
debe recordar que las Universidades son la matriz de desarrollo de un país, y
la mejora sustentable de la misma repercutirá favorablemente en la actividad
económica de Venezuela.
(a) La infraestructura demanda
entre otros aspectos: i) Operatividad: en el transporte, comedor, biblioteca, equipamiento,
materiales, edificaciones…; ii)
Funcionalidad: aulas de clase, laboratorios, espacios para el estudio, ocio,
deporte…; iii) Tranquilidad: condiciones socio-económicas: sueldos, becas,
salud, vivienda, incentivos…; iv) Potencialidad: docente y personal de apoyo (administrativo y obrero): formación,
actualización…; v) Credibilidad: plataforma normativa, “Sistemas de
Información Académicos” seguros y confiables, base comunicacional veraz y oportuna,
sistema de valores, legalidad y legitimidad…
Pedro
Morales. Economista. Docente Universitario. @tipsaldia
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