SPIRITUAL
Todo se construye desde
la mente bajo la tutela del nivel espiritual y de conciencia. La mente procesa
lo que tenemos en el consciente e inconsciente (personal y colectivo) para
guiar nuestras decisiones y acciones. Sumándose la interacción antagónica o
amigable entre los diferentes tipos y matices de arquetipos, además de los
variados símbolos que ellos representan. Puede afirmarse que en el inconsciente
del venezolano se tiene muy anclada la noción “tener para ser”. Razón por la
cual se le manipula, se le administra sus necesidades deslealmente, e incluso se le induce en su desempeño diario por la
“sobrevivencia” a contrariar su sistema de valores. Al respecto remitámonos a algunos aspectos referenciales:
I) Es un proceso especulativo de “rapiña”
el que se desarrolla en el mercado cambiario paralelo, que en definitiva está
carcomiendo las bases y estructuras morales de la sociedad venezolana. Esta
situación que implica la destrucción absoluta de la economía venezolana, es
producto de la conflictividad absurda e insensata de los sectores políticos (internos y extranjeros) en
“eterna” conflictividad irracional, que
prefieren acabar con todo antes que resolver a favor de la población en su
conjunto.
II)
Lamentablemente así planteado el escenario, en la era de la
“megahiperestanflación” en Venezuela existen las “categorías de poder
adquisitivo”. Éstas hacen alusión a: los asalariados (poder adquisitivo
negativo), los empresarios, los que reciben remesas del exterior, los
“bachaqueros”, los contrabandistas y los
que se aprovechan directamente de las políticas económicas efectistas y
contradictorias por parte del gobierno
nacional. Su clasificación se detalla a través del siguiente enlace: https://bit.ly/2ZT0V8Y
III)
El modelo del “socialismo del siglo XXI” al parecer ha incumplido en esencia con los postulados básicos de la
propia teoría marxista, como en lo que refiere por ejemplo a depender del auge
del sistema capitalista mundial o que
el valor de la fuerza de trabajo no se
compagina con el “trabajo socialmente
necesario para producir un valor de uso cualquiera en las condiciones normales
de producción vigentes”, lo que repercute negativamente para que la plusvalía
generada haya sido “expropiada” por
agentes ajenos al sistema productivo.
Al imposibilitarse cubrir
plena y satisfactoriamente el primer nivel de la pirámide de necesidades de Maslow
(1943), tal el caso de la mayoría de los venezolanos a los
que se les dificulta consumir los nutrientes mínimos requeridos diariamente o
que enfermarse es prácticamente una
sentencia de fatalidad, esto por la falta de acceso a medicinas o atención medica
efectiva y solidaria, puede resultar incongruente
y contradictorio (para algunos) el
formular argumentos a favor de la espiritualidad: concebida esta como un nivel
alto de conciencia donde lo material pasa a un segundo plano en contraparte de favorecer lo intangible, la riqueza de la
dualidad humana y la unidad del ser integral.
Sin embargo, las enseñanzas
ancestrales provenientes de diferentes fuentes doctrinarias, ideológicas,
filosóficas, etc., y de recientes hallazgos científicos en el ámbito de la
neurociencia, permiten fortalecer la
concepción de una economía espiritual o “spiritual” (sustentada en parte por la
“neuroespiritualidad”) puesta al verdadero servicio de cultivar la interioridad, la conciencia, la empatía y
la sabiduría: “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios
habita en vosotros?” (1 Corintios 3:16).
Y para el caso venezolano más vigentes, urgentes y pertinentes. Hagamos
mención a tres de ellas:
a) “Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum.
Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da
nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus
nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen”.
b) Las cuatro “leyes de
la espiritualidad hindúes”: i) La persona que llega es la persona correcta; ii)
Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido; iii) En cualquier
momento que comiences es el momento correcto; iv) Cuando algo termina, termina.
c) El “Código de Rectas
Relaciones”: i) Sinceridad; ii) Resaltar lo positivo de los demás; iii) No ser
cómplices de rumores y murmuraciones; iv) Descartar los bajos niveles de
conciencia: ira, venganza, discordia, etc.; vi) No derrochar recursos; vii) Evitar las comparaciones y valorar todas las cosas y
momentos; vii) Respetar toda forma y
estilo de vida; viii) Desarraigar cualquier pensamiento y acción contrario a la
paz; ix) Hacer lo que tiene que hacerse.
Finalmente, “La espiritualidad suele relacionarse con la
liberación del alma
atrapada o dominada por lo material”, y además
“el agua que es demasiado pura no tiene peces”, por lo que con más razón “piensa, razona y cuando lo hayas hecho, de manera
emotiva y espiritual actúa”. En síntesis: “aprender a construir el propio camino de
conocimiento y descubrir que el mejor maestro se encuentra en nuestro interior”
(Sangharakshita, 1999)
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años:
2018-2019.
Pedro
Morales.
Economista
ULA (1989)
Docente
Universitario ULA-Mérida (1991-1996)-UNET (desde 1997)
Enlaces relacionados:
http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/spiritual_289708
https://www.radiofeyalegrianoticias.com/spiritual/
https://www.costadelsolfm.org/2019/07/24/pedro-morales-spiritual/
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