Diario La Nación: UNET: “suspensión de la actividad docente” (24-06-2.015)
http://www.lanacion.com.ve/columnas/opinion/unet-suspension-de-la-actividad-docente/
La institución universitaria se constituye en
pilar esencial de progreso para los países, dada su misión rectora de gestionar
procesos continuos de enseñanza-aprendizaje, generadores de talento humano y bienes de
capital tecnológico:
Así
por ejemplo, en España las universidades
contribuyen a la producción total de bienes y servicios (producto interno
bruto: pib) en casi un 15%, es decir, de cada 100 eurodólares, el sector
universitario contribuye en 15 eurodólares, bien sea a través de sus egresados
o por medio del “stock” o acervo tecnológico producido. Además, en lo que respecta a las importaciones
totales (compras al resto del mundo), las mismas no sobrepasan el 30% del respectivo pib. No
obstante, para la situación venezolana, en el escenario más “bondadoso”, solo
las importaciones agrícolas se ubican cuando mínimo en ese porcentaje (del
total), y con una participación de las universidades en la creación del
pib que no supera el 0,5%, dada la
precariedad en la asignación de los recursos: menos del 20% para gastos de
funcionamiento, y casi nula para gastos de capital o acrecentamiento de la
infraestructura.
En
este orden de ideas, tal cual “Espada de Damocles”, el conflicto entre
masificación (derecho al estudio) y masividad (derecho al estudio pero en
función de la cantidad y calidad de la infraestructura universitaria), ha
estado en postura amenazante sobre la buena marcha de gestión institucional, según
como lo indican algunos referentes de
valoración:
I)
En los últimos diez años para el caso de la Universidad Nacional Experimental
del Táchira (UNET), han trascendido de forma negativa cuatro eventos: i) con la misma planta física pasar de siete a
veinte carreras, y de 5 mil estudiantes a más de 13 mil; ii) sobrepoblación de
más de 6 mil alumnos y un déficit profesoral fijo del 45 %; iii) reducción presupuestaria en términos reales del
presupuesto, acaecida desde el año 2.009, con repercusiones nefastas sobre el
plan operativo anual (poa): esencia de la gestión académica y administrativa, y
por tanto de los procesos educativos; iv) Suspensión de elecciones y
desconocimiento de la voluntad soberana, de los diferentes sectores universitarios.
II)
El
“corazón” de la vida universitaria conformado por su poa y el consiguiente
presupuesto, ha estado bajo la incertidumbre de tres posibilidades: a) El
auxilio financiero, para cubrir exclusivamente los gastos relacionados con el comedor
universitario, transporte estudiantil y para cancelar servicios básicos; b) El
crédito adicional, con el fin de reintegrar de manera total o parcial el monto
correspondiente al recorte o disminución
presupuestaria; c) El agotamiento o presupuesto del “parche”, en el
sentido de esperar el peso de la reacción de cada universidad, para proceder a
atenderla presupuestaria y financieramente.
III) Es necesario que la
sociedad en su conjunto esté enterada, que la UNET está siendo financiada y subsidiada por su
propia comunidad universitaria. Por ejemplo, para el año 2.009 (y en la
actualidad se ha agravado), de los 731 profesores aproximadamente que
realizábamos docencia directa, solamente
310 profesores estábamos en la condición de ordinarios o fijos, el
restante personal calificado, que ejercía funciones de docencia, además de permitir
que la universidad funcionara y
mantuviera sus puertas abiertas, no poseían
ningún tipo de estabilidad y seguridad social: situación de los docentes
interinos.
IV) La crisis
multidimensional universitaria, no es nada nueva, y se ha venido agravando a
través del tiempo. Como un acto único en la historia del sistema universitario
( facultada por su condición de “experimental”), la UNET ha declarado en la
práctica un estado de emergencia, y para ello ha iniciado un proceso
enteramente institucional-académico, partiendo de la suspensión de la actividad
docente, durante un tiempo prudencial, para emprender la tarea (de parte de los
estudiantes, docentes, autoridades, decanos y comunidad universitaria en general) de
levantar toda la información pertinente que permita formular proyectos académicos (viables, factibles y
sustentables) a fin de ser considerados en el poa, cuantificados en el
presupuesto universitario, y por tanto demandar la asignación de los
respectivos recursos, a las instancias competentes del gobierno nacional y
regional.
Pedro
Morales. Docente Universitario.
Facebook: Unet Economía. @tipsaldia
Foto: cortesía de Lic. Manuel García.
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