Diario La Nación: “Siembra de Valores”: necesaria en lo más interno de cada individuo. (10-06-2.015)
Así la misma
sociedad venezolana, en su particular rutina de
aplicar “economía popular o de calle”, pueda percibir y vivir algo
diferente, destacados expertos, partiendo de “sofisticados” métodos
econométricos, tratan de explicar con alto grado de precisión, que la realidad de
Venezuela es “delicada”: la dolarización es lo más conveniente; el tipo de cambio real no debe sobrepasar los 200
Bs por dólar; o la inflación será del 150% para el 2.015, etc. Por su parte, el discurso oficial del gobierno, en otra
dimensión o realidad paralela, intenta demostrar a diario que su modelo económico “socialista”
(que depende del precio justo de 100
dólares el barril del petróleo, promovido por el desarrollo capitalista mundial), a pesar de
todo los obstáculos presentados por la “guerra económica”, sigue siendo la mejor
opción.
Aunque todos puedan alegar
argumentos “científicos” con menor o mayor convicción, lo cierto del
caso, es que absolutamente todo en la “vida económica”, está asociado al termino de escasez, el cual se refiere al
conjunto de recursos (tangibles o intangibles) y medios de gestión, que se encuentran disponibles en el ambiente “amplio” en
cantidades limitadas, los cuales establecen restricciones, y obligan por tanto
a darles el mejor uso posible, partiendo de la toma de decisiones
efectivas, que permitan satisfacer en orden de prioridad y alto grado
de sustentabilidad, el conjunto de necesidades ilimitadas presentes en lo
micro-individual o en la consecuente dimensión macro-social, pero dependiendo
todo ello del “matrimonio” consensuado y sinérgico entre economía y ecología, y
la obligatoria buena administración del hogar
u “oikos” de los seres humanos: la tierra.
Sin
embargo, lo económico, no solo se
refiere, a la necesidad de desarrollar políticas económicas coherentes y
acertadas para solventar desequilibrios macroeconómicos, o en el campo
microeconómico, a la aplicación de criterios técnicos para optimizar los
procesos de producción, distribución y consumo de la vida material: cónsonos
con la interacción natural entre los agentes básicos del sistema económico, y
los limites propios que establecen los ecosistemas, tal como la entropía. También
lo escaso se presenta en lo más intrínseco de cada individuo. Su necesidad de conformar una personalidad que le permita alcanzar metas u objetivos,
depende del acoplamiento armónico de múltiples factores: actitudes personales;
formación profesional, valores morales y éticos; mejoramiento de las condiciones
físicas; fortaleza espiritual; utilización
del ocio para el desarrollo del pensamiento productivo, etc.
Cabe en
este momento formularse la siguiente interrogante: ¿Qué es lo que hace que
aumente, se construya o se potencie el conjunto de características que
determinan el “stock” o inventario de la personalidad? .Por supuesto que poner
en práctica de manera habitual, los valores primarios como la gratitud, la generosidad,
el respeto, la responsabilidad y la honestidad, facultan las condiciones para
emprender con éxito la resolución del problema económico que representa cualquier
proyecto de vida: ser agradecido y
bondadoso; autocritico y conocerse a sí mismo; creer para aprender; entusiasmarse
para realizar tareas; prepararse continuamente y saber esperar el momento para
actuar; consolidar la cultura de la paz, la libertad y la democracia; valorar
la naturaleza; aprender de todo y de
todos; lo más simple es lo esencial;
enriquecer lo espiritual-religioso; tener un “Sandy” (mascota);etc.
Una muestra
de lo esbozado, se plasma en una actividad académica, de las tantas que se realizan
a diario en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET): en el
Parque Nacional Chorro El Indio, sector El Chimborazo-“La Z”-, San Cristóbal,
el 06-06-2.015 se realizó la “Caminata a la Montaña” (edición 10), teniendo
como tema la “Economía Ecológica” y la “Siembra de Valores”. Gracias al trabajo
solidario, colaborativo y creativo por parte de los estudiantes que cursan la
asignatura “Economía”, y la participación de un grupo de alumnos del 5to año
del Colegio Divina Misericordia, las metas de enseñanza-aprendizaje se lograron
alcanzar: i) siembra de 50 arbolitos;
ii) dinámicas de integración; iii) celebración de la Eucaristía en la meseta del Chimborazo (altura aproximada
de 1.300 mts).
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