Diario La Nación: Algunas vivencias en Mérida durante la “Semana Santa” del 2.015 (08-04-2.015)
Después de atender y cumplir con el debido protocolo de seguridad ciudadana
y de “mercadotecnia popular” que se
desarrolla en el terminal de pasajeros
de la ciudad de San Cristóbal, se inicia
el viaje a la ciudad de Mérida (9 am del 29-03-2.015), con el formato de
escala: abordando dos unidades de
transporte (San Cristóbal-El Vigía-Mérida).
Esta etapa inicial merece los siguientes comentarios: 1) Se destaca la
extraordinaria creatividad que hacen manifestar las diferentes personas
“necesitadas” y vendedores ambulantes,
que con su pregón y discurso, convencen a cualquiera para que le colaboren o le
adquieran su producto de venta; 2) En la década de los año 90 cuando se hacía
con frecuencia esta ruta, la duración en
el trayecto no pasaba de las 4 horas y media (en promedio); 3) Dado los altos
costos de mantenimiento del vehículo, la escasez de los respectivos repuestos,
los crecientes costos de oportunidad (entre otros), se prefirió la opción de viajar de pasajero ;
4) Aparte de los “contratiempos de rutina”, de los precios razonables del “self service” y otras alternativas
comestibles que se ofrecen en el lugar donde se realiza la “parada”, y del “disfrute” durante todo el recorrido de
los gustos musicales del conductor, el itinerario puede valorarse de “normal” y aceptable.
A las 3pm del domingo 29-03-2.015 fue la llegada a la ciudad de los
Caballeros (su fundador le asignó el nombre de Santiago de los Caballeros de Mérida en 1.558). Luego de
haber recibido la bendición de la noble matrona merideña Doña Mística de
Morales, y del consiguiente saludo fraternal a la familia, la pauta siguiente consistió en hacerse presente en el
estadio metropolitano, para presenciar de esta forma el clásico (data del 16-03-1.975) del fútbol profesional
venezolano: Estudiantes de Mérida F.C. y Deportivo Táchira F.C..
Ambas instituciones están sustentadas por una impecable tradición futbolística y por el noble
gentilicio de su pueblo, así que
la perspectiva y actitud asumida se basó
en disfrutar al máximo este evento deportivo, del cual se distinguió: i) La
manera cívica como se comportó el grupo de hinchas tachirenses que se hicieron
presentes en el recinto (no obstante de algunos impedimentos para lograr el
acceso); ii) La contundente victoria del “aurinegro” 2 por 0; iii) La destacada
y brillante actuación deportiva de Jorge “zurdo” Rojas (de la “vieja” escuela
merideña: orgullo para los andinos), que a sus 37 años edad, se desempeña como
un joven de 18 años pero con la sapiencia de un maestro del fútbol (tiene todos
los méritos y el nivel para regresar a nuestra “Vinotinto”); iv) Culminado el
encuentro futbolístico, la necesidad de encontrar el transporte de regreso para
más de 8 mil aficionados se volvió engorroso: aparentemente el “Trolebús” no se
encontraba en servicio.
En lo particular, la creación de
un “Sistema de Transporte Masivo” (STM) para la ciudad Mérida, tiene una
historia de más de 35 años. Las respectivas “evaluaciones” (que dieron
prioridad al criterio económico para descartar o aceptar los diferentes
proyectos), se afincaron en analizar (entre otras), las siguientes
alternativas: Metro Ligero, Telmag (formulado por la ULA), Sistema de Autobuses,
Areómetro, Trolebús. Este último, en lo que respecta a su línea 3, relacionada
con el Trocable (Mérida-San Jacinto) está en plena operatividad. No obstante, hoy
en día está en proceso de culminación la etapa final de la línea 1, en el tramo
correspondiente a la avenida Tulio Febres Cordero. Se espera por parte de los
merideños, que este STM realmente sea una solución a la problemática tratada,
pero dentro de los parámetros del “Bienestar Ambiental” (en general el
emeritense aspira que: “el remedio no sea peor que la enfermedad”).
Bajo el liderazgo de Monseñor
Baltazar Porras Cardozo, en lo religioso-espiritual se reeditaron dos vivencias
maravillosas. i) Lunes Santo (30-03-2015): “Vía Crucis de la Montaña” en su
versión 30. Proyectado desde la visita del Papa Juan Pablo II (1.985), este
evento se caracterizó, por la presencia y participación de más 5 mil feligreses
(en un acto de resistencia física, devoción religiosa e internalización
espiritual); el cual parte desde la
Basílica Menor Catedral de Mérida (recorre el casco central), atraviesa el Cañón
del Rio Chama, y sube hasta el sector
Doña Rosa donde se celebra la eucaristía (en la vía a la estación La
Montaña del Teleférico: 2.436 mts); ii) Miércoles Santo (01-04-2.015): sumado al
pueblo creyente merideño, el masivo
número de turistas hizo que la procesión No. 42 del Nazareno de la Catedral,
fuera un acto verdaderamente apoteósico e impresionante: más de 6 mil personas en
el recorrido de 33 cuadras (aproximadamente
5 K).
Finalmente, esta región fervorosamente
arraigada en su religiosidad, distinguida por ser un estado
turístico por naturaleza y estudiantil por excelencia; definida por el escritor
Mariano
Picón Salas (1.901-1.965) como "una
universidad con una ciudad por dentro", exige la reingeniería en los
procesos de la gestión institucional pública y de la privada, para preservar y
consolidar todo su patrimonio: natural, cultura, histórico y artístico.
Co-redactado
por: Pedro Morales & Pedro Enrique Morales García.
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