Exorcismo Económico (Video y audio)
Con los títulos “Exorcismo Económico: principio para el plan de bienestar de la casa común” y “Aspectos cuantitativos o matemáticos en la toma de decisiones económicas”, se sintetizan las charlas, que con alto grado de compromiso y responsabilidad, se tienen pautadas para el 29 y 30 de julio de 2.015. Ellas se encuentran enmarcadas dentro de las actividades académicas programadas por un lado, en la “Conferencia Modelo País” que organiza la Pastoral Universitaria Divino Maestro de la UNET; y por otra parte, en relación a la 1era Jornada Tachirense de Didáctica de la Ciencias “Formando ConCIENCIA”, a realizarse en el Núcleo ULA-Táchira Dr. Pedro Rincón Gutiérrez. En resumen, son cinco los aspectos a tratar respecto a la temática, que en concreto es una envolvente en términos de lo “económico”: exorcismo, racionalidad, planificación, cuantificación, decisión.
En conjunto los seres
humanos estamos padeciendo un proceso continuado de deterioro o debilidad,
tanto en la esfera material, mental, emotiva, como en la espiritual. Decadencia
ésta que es muy probable que usted asiduo lector de esta columna, pueda estar
viviendo o presenciando en este mismo instante una situación contraria a los
principios morales o éticos, que impidan que se cumpla el necesario equilibrio
armónico y sostenido. Para algunos
expertos esta situación es insustentable, sin embargo, su finiquito puede tener al menos dos caras:
tragedia apocalíptica o la reorientación de la línea de trayectoria de la
humanidad hacia el verdadero bienestar en nuestra “casa común”. Por
ello, se requiere iniciar a todo
nivel, un proceso de valoración, muy sincero, con un alto nivel de autocrítica,
y aceptar que nuestra sociedad urge de una rectificación, debido a que está en
serio riesgo de contraer graves enfermedades físicas, psíquicas, espirituales
y/o paranormales.
No es cuestión que se crea o
se deje de creer, pero las evidencias
bíblicas (por ejemplo, Lc. 10,17; Mc. 9,21; Hechos 19, 11-12) al igual
que las actuales, nos indican el combate que durante todos los tiempos se ha
presentado entre el bien y el mal, y que hoy en día percibimos la forma como la
“acorazada” estructura de valores o de “buena moral”(por ejemplo el respeto, la
honestidad, la justicia, etc.), está siendo severamente atacada por la fuerza
de los antivalores, cuya postura amenazante pareciera mostrar que está ganando
el enfrentamiento, al verificarse con hechos probatorios, como va imponiendo
progresivamente su temible poderío en
nuestras naciones. Así que en principio, cualquier decisión asociada a
la planificación y gerencia estratégica, requiere un exorcismo económico, para
despojar todo síndrome o factor “maligno” que influye negativamente en los
procesos económicos, sociales, políticos, etc.,
al dividirlos, distorsionarlos y conllevarlos a un escenario de ruina.
Aunque no es descartable
convocar la participación de la iglesia para a la realización de un “magno
exorcismo” (tal cual la experiencia realizada en mayo de 2.015 en la catedral
del estado de San Luis Potosí, México), el proceso de “exorcizar” la economía,
exige la racionalidad, el manejo
inteligente de las emociones y la aplicación de las exactas e infalibles
matemáticas. El mensaje que ellas expresan no debe subestimarse, ya que desde
su cuantificación, apreciación puntual o su análisis econométrico, pueden
arrojar muchas luces en el diseño de políticas y ejecución de medidas
coherentes, acertadas y sustentables.
Para ilustrar lo anterior
tómese en cuenta aquel país con un modelo rentista, que no ha diversificado su
economía, y que en particular más del
95% de sus ingresos de exportación dependen enteramente de los altibajos del
precio de su principal producto: el petróleo. Al caer el valor del barril de este rubro desde los 100 a los 40 dólares, de inicio se puede
estimar una caída de los ingresos para
ese país en el orden de los 35 mil millones de dólares, una disminución de las
reservas internacionales por debajo 16
mil millones de dólares, y ante un tipo de cambio sobrevaluado en 6,30 Bs por
dólar, incentivar que cada día más gente
se incorpore al “rentable” pero “sindromático” y “maligno” negocio del
contrabando, bachaqueo, o la
especulación de cualquier cosa (billetes de alta denominación por ejemplo).
Pedro
Morales. Docente Universitario.
pmoral@unet.edu.ve
@tipsaldia
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