Elecciones: universidades, organizaciones sindicales y gremiales como FAPUV
https://www.costadelsolfm.org/2021/10/23/pedro-morales-elecciones-en-las-universidades-y-en-la-fapuv/
https://lanacionweb.com/opinion/elecciones-universidades-organizaciones-sindicales-y-gremiales-como-fapuv/
La
nueva encargada del Ministerio de Educación Universitaria (Venezuela), no
tendrá experiencia de la Academia, la Política Institucional y la Gestión
Universitaria, pero de las estrategias electorales y las maniobras en el
escenario político partidista si está curtida. Su misión política electoral
está claramente definida para las universidades.
Parte
I:
Cuando una persona decide
seguir a Cristo de manera coherente, definitivamente corre el alto riesgo de
ser asediado impunemente, criticado deslealmente, maltratado innoblemente,
calumniado, perseguido y juzgado injustamente, etc.; y toda esta atrocidad
basada en criterios mundanos incesantes que motivan la consolidación de la dictadura
del pensamiento único, donde ser católico cristiano de verdad cada vez es más
complicado en esta sociedad, porque los espacios se reducen y los ambientes son más hostiles a la fe.
Es verdad que nos podamos
sentir extraños en medio de una sociedad donde se pregona la muerte cuando se defiende la vida.
Inobjetable que nos podamos sentir vulnerables en medio de una sociedad donde
se fomenta la cultura del odio, cuando de manera ferviente creemos, vivimos, y
cultivamos la semilla del perdón como practica existencial. Es notorio, que
podamos sentirnos desprotegidos en medio de una sociedad que promociona la
avaricia, cuando se intenta practicar la generosidad, la caridad y la hermandad
solidaria.
Ciertamente, cuando las
enseñanzas de Dios ocupan el primer lugar en la vida, potencialmente genera
divisiones. Cuando deben tomarse decisiones que no agradan a una comunidad o
sociedad entera, irremediablemente se
genera división, discordia,
molestia; pero lo esencialmente importante es que sea del agrado de Dios: hay
que hacerlo porque se debe obedecer a Dios, ante que a los humanos. Y por más que la sociedad vea al pecado como
algo normal, o como algo que se acepta sin ningún reparo, hay que ser fieles al
Padrenuestro: aunque esto genere división, discordia, molestia e indignación.
Jesucristo fue radical, y
por eso mismo no toleró el mal. Él fue radical, razón por la cual no toleró la
mentira. Bien sabido que hoy en día, los que manipulan las matrices de opinión
y administran las necesidades humanas hacen circular mentiras en grandes magnitudes y dimensiones
Por ello hay que ser radicales como lo fue nuestro Señor, y la radicalidad es tomarse la vida en serio.
Radicalidad es tomarse las enseñanzas del Señor en serio. A Jesús no le dio
miedo ser radical, por lo que nosotros tampoco deberíamos de tener miedo de
hacer lo que debe hacerse, dejando a un lado la actitud reactiva, o de
victimizarse constantemente o permitir que todo siga en decadencia.
Si queremos ser fieles al
Señor, si queremos ser fieles al Evangelio, evidentemente vamos a generar
división, molestia, fastidio, etcétera.
No obstante, esta situación que
sabemos que siempre ha estado presente, no debe desanimar la posibilidad de
contribuir a dar luz en las tinieblas y orientar la salida del laberinto de la conflictividad irracional
perenne, que obviamente generará fastidio, indignación y molestia a otros seres
que están viviendo en la oscuridad, pero si queremos ser fieles al Señor,
tenemos que ser radicales, y eso es lo que nos pide Jesucristo: ser radicales.
Entonces, las enseñanzas
de Jesucristo no son para asimilarlas a medias o cuando convienen. Son para
aplicarlas de manera seria, coherente, obediente y radicalmente, así generen
malestar y división… «He venido a prender
fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!». (Lucas 12, 49-53)
Parte
II:
La Universidad
pública venezolana en su conjunto representa un patrimonio educativo y herencia
entrañable e irrenunciable, que exige a todos sus hijos procurar acomedidamente
las 6R, es decir, su rescate, reactivación, reforma, renovación…relegitimación.
Por ello de alguna forma viable, visionaria y estratégica, hay que intentar
revivirla a través del reimpulso de su razón de ser, que es el quehacer
educativo.
Entonces, corresponde a las fuerzas decisorias universitarias sincerar
la situación, realizar las transformaciones normativas que impone la actual
emergencia compleja de carácter humanitario (es insólito e insensato seguir
sujetos a normas obsoletas), y cónsono a
ellas, la derivación o construcción de
un nuevo modelo y accionar estratégico institucional, fruto de decisiones sabias que sean cónsonas con la plataforma jurídica
y las respectivas políticas
universitarias: y nunca más a
lineamientos de política partidista. De lo contrario, seguiremos en un
laberinto sin luz: si a los que corresponde tomar decisiones trascendentales,
mantienen las mismas posturas, a aquella otrora realidad diametralmente opuesta
a la actual.
En este contexto sea
oportuno y pertinente recordar, que para el caso de la Universidad Nacional
Experimental del Táchira (UNET), en sesión N°042.2012 de fecha 22 de mayo de
2012, el Consejo Universitario aprobó el calendario electoral para elegir
autoridades universitarias para el período 2012-2016 y decanos, período
2012-2015. Asimismo el 4 de julio y 7 de agosto del 2012 se celebraron los dos
procesos electorales.
Convocatoria ésta
que fue avalada por toda la comunidad universitaria
con una relevante y significativa participación de los diferentes sectores que
la integran: 73 % de los docentes, 74% de los administrativos, 73% de los
obreros, 35 % de los estudiantes y 6% de los egresados quienes, con su voto,
demostraron genuina vocación democrática mediante un mensaje contundente para
definir los destinos institucionales en los dos comicios.
Por
otra parte, es muy importante tener en cuenta y consideración, que la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en sentencia N° 266 del
17-02-2.006 señaló: “el principio de igualdad implica un trato igual para
quienes se encuentren en situación de igualdad -igualdad como equiparación-, y
un trato desigual para quienes se encuentren en situación de desigualdad
-igualdad como diferenciación- (véase
sentencia N° 898/2002, del 13 de mayo).
Consecuentemente el establecimiento de las
diferencias debe ser llevado a cabo con base en motivos objetivos, razonables y
congruentes”, por lo que se define sin ambigüedad un lineamiento normativo muy
claro y preciso en relación al numeral 3 del artículo 34 de la Ley Orgánica de
Educación (LOE): la “igualdad de condiciones” no necesariamente es sinónimo de
“voto paritario” o “uno a uno”.
En
tal sentido, resulta una verdad no solamente innegable e
inocultable, sino además irrebatible e irrevocable, los diferentes recursos introducidos ante la
Sala Electoral y Constitucional del TSJ de Venezuela, apelando a favor del
reconocimiento del proceso electoral legal y legítimo que determinó la elección
de las autoridades universitarias para
el período 2012-2016 y decanos para el período 2012-2015.
Entonces, a la luz de lo
acontecido durante todos estos años, de múltiple complejidad y conflictividad
de todo tipo que incluye la electoral universitaria, encima que tiene un
significado en estricto legal y constitucional,
es un hecho público, notorio y comunicacional, que no obstante con el
periodo vencido se mantienen en sus honorables cargos las autoridades y decanos
de la UNET; lo cual conduce a una deducción más que evidente: el acto
administrativo que permitió elegirlos ha sido completamente válido e
irrefutable.
En
base de todo lo antes expresado, se pudiera actuar proactivamente desde la
misma Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) para convocar de
manera perentoria las elecciones
universitarias para nuevas autoridades y decanos, teniendo como soporte legal
su propio reglamento electoral y con la comisión electoral respectiva. Esta
opción es viable y legalmente factible, además es preferible a estar sujetos a
que el régimen gubernamental siga administrando la agenda nacional que incluye
la universitaria y entre ella la electoral. No se pierde nada, y al contrario
se ganaría en legitimidad, gobernabilidad y autonomía institucional, que tanta
falta le hace al país y al sistema universitario en general.
Finalmente, para el bien del Estado venezolano y las instituciones que la integran (entre
ellas las universidades, organizaciones gremiales y sindicales como FAPUV),
debe desarraigarse la errada cultura consuetudinaria de quedarse “eternamente”
en los cargos de elección, con el vago argumentando que “son insustituibles y los únicos que pueden evitar la intervención, garantizar
la gobernabilidad y con ella el orden, la estabilidad, la paz y la tranquilidad”.
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET.
Años: 2018 al
2021.
Pedro Morales.
Economista
ULA (1989)
Docente
Universitario ULA-Mérida (1991-1996)-UNET (desde 1997)
Profesor
Titular
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