Diario La Nación: La Vuelta al Táchira en Bicicleta y el progreso nacional (San Cristóbal, 07-01-2.015)
Desde tiempos remotos han existido diferentes posturas conceptuales
acerca de las analogías y diferencias entre los términos de Nación (del latín ''natio''; etimológicamente: "lugar
donde se nace"), Patria
(según Cicerón: “La patria es el padre común de todos") y Estado (con sus
elementos integradores: población, territorio, poder público nacional).
En relación
a esta formulación sustantiva y desde una perspectiva socio-ideológica,
existe la convergencia de criterios para señalar que la Nación expresa
de manera subliminal el sentimiento genuino y autentico de un grupo social o
comunidad, que comparten no solamente un territorio común, sino que además se sienten plenamente identificados y
consustanciados con un mismo imaginario socio-cultural, basado en esencia por
valores, creencias, tradiciones, ritos, costumbres, hábitos, etc; los cuales
configuran su particular “ethos” patrimonial, que puede ser documentado en
términos de los propios postulados filosóficos de Aristóteles: conformación de
una conciencia colectiva que va adquiriendo la sociedad a lo largo de su existencia, la cual determina una conducta o
comportamiento, en la procura de lograr
transformaciones favorables en la realidad que comparten.
Consecuentemente, el nacionalismo, la identidad
nacional o el sentimiento patriótico (fundamentales para emprender una dinámica
de progreso hacia el desarrollo sustentable), son resultado de un proceso histórico
y social complejo, que no se
posiciona con un eslogan, ni se decreta o impone, sino
por el contrario se va construyendo paulatinamente
gracias a la acción conjunta de todos y cada uno de los integrantes de una Nación.
Una forma
histórica, efectiva, eficaz y
convincente de lograr un sentimiento de
pertenencia y sentido de pertinencia nacional, fomentar valores cívicos
y de convivencia, y de estimular la
participación es a través de la
actividad deportiva: que como toda actividad humana es el producto de “sembrar
una semilla y de lograr resultados”. En particular, merece trato especial la institución deportiva Vuelta al Táchira en
Bicicleta (“Orgullo de Venezuela en el mundo”), creada oficialmente en 1.966, y
desde entonces hasta la actualidad (cuando cumple cincuenta años de prospera y orgullosa existencia), es sin lugar a dudas una
de las pruebas de ruta más exigentes que existen en América Latina; donde han
participado con alto nivel competitivo y dignidad humana, destacados atletas
nacionales e internacionales. Incluso la misma, ha sido motivo
de inspiración o sujeto de interés para
desarrollar múltiples trabajos de investigación; entre ellos
el iniciado en el año 2.009: “Estudio Psicográfico acerca de los Aficionados de la Vuelta al
Táchira en Bicicleta”.
La metodología que
sustenta este estudio ha sido integrada
por: 1) Cualitativa: observación en función de la vivencia del investigador y su equipo en los propios lugares donde se desenvuelve la competencia:
2) Cuantitativa: levantamiento de la información directamente de los
aficionados y espectadores del evento; 3) Documental: revisión de la literatura
relacionada con el magno evento ciclístico de América.
Sin
embargo, aunque se han presentado dificultades de tipo logístico y económico (y que se esperan resolver en esta
edición 2.015),hasta los momentos se han obtenido hallazgos significativos
tales como: i) El 96%: el ciclismo une culturas e ideologías;
nos reintegra como venezolanos; ii) Un 83%: actividad humana que da lecciones
de vida: se respeta a los contrincantes por su dedicación, talento y esfuerzo;
iii) 77%: acepta el conflicto en el ciclismo porque se considera necesario en
el camino de alcanzar el triunfo, pero basado en la lealtad y el juego limpio,
respetando al rival; iv) El 66%: respetar a los rivales y a quienes los apoyan,
así como la aplicación de la norma de manera justa, no desmerita; v) El 86%: en
tiempos de crisis e incertidumbre la
Vuelta al Táchira se convierte en un buen termostato social.
En este producto académico se aprecia
igualmente la integración humana y solidaria en al menos cinco aspectos característicos: I) Los deportistas asumen a cabalidad los principios éticos que
consagran la meritocracia, como clave en la consecución de objetivos
individuales y grupales, sin importar diferencias de raza, edad, sexo, credo, nacionalidad, etc.;
II) Esta actividad deportiva trasciende a todas las dimensiones de la región: educativas,
religiosas, culturales, políticas, etc.; III) Emerge un liderazgo natural: referente educativo y formativo que ejerce influencia
determinante en niños, niñas y adolescentes; IV) Se reconoce la labor noble y honesta de directivos de ayer, de hoy y de siempre; V) Los
locutores, comentaristas y demás miembros de los medios de comunicación con su
verbo culto y acción ejemplarizante, se
han convertido en un modelo inequívoco de enseñanza y aprendizaje.
Pedro Morales. Economista. Docente
Universitario. UNET-ULA.
@tipsaldia
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