Desescalada. Parte I
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Por favor, ¿me puede usted dar su opinión en relación con el proceso de reactivación de la vida social y económica o desescalada de la cuarentena en Estados Unidos de América?
Testimonio 1: Míster Marco, 30 años en Iowa, Estados Unidos. (21-05-2020)
Antes de empezar, debo aclarar que me considero una persona de centro derecha en este país; sin embargo, tengo una crítica muy fuerte al actual gobierno: lo considero de extrema derecha con una actitud extremadamente populista (no tiene otra palabra). No es coincidencia que seamos el país número uno en muertes y en casos registrados por covid-19. Los números no mienten. Eso indica lo inefectivo que ha sido al lidiar con esta situación.
Me parece muy prematuro reabrir el país. No puede ser que siendo el país número uno en casos la prioridad ahorita sea esa. No tengo problemas con la decisión de reapertura de la economía en el sentido de que es muy necesaria y puede haber estragos peores de mantenerla inactiva, pero la cuestión es abrir con conciencia, abrir con un plan efectivo.
Pero debido a que es un año electoral me da la impresión que la prioridad es abrir. En la televisión lo señala: habrán personas que morirán pero la gran mayoría vivirá. Me parece muy irresponsable ese tipo de actuaciones. También el hecho de que el señor presidente nunca quiso usar una máscara. Su gobierno dice que hay que tener una distancia social y hay que utilizar máscara pero él jamás la usó y dijo que nunca la usaría. Entonces hay tremenda contradicción. Lamentablemente, ahora esto se convirtió en algo político a pesar de la crisis. Hay un sector de la población que se rehúsa a usar la máscara: se identifican con el presidente. Y el que la usa se identifica como de oposición, por qué llegar a esos extremos cuando es una cuestión tan elemental de salud
El presidente tiene poderes especiales pertinentes para tiempo de guerra o de emergencia, con los que puede ordenar a ciertas compañías a producir lo que se necesita o lo que haga falta para la contingencia. Desde el principio de esta crisis el presidente ejecutó esos poderes para presionar u obligar a algunas compañías a producir ciertas cosas tales como las máscaras y los respiradores. El presidente ha expresado en el pasado que Estados Unidos no es Venezuela y por tanto nunca va manipular el mercado para hacer lo que nosotros deseemos. Sin embargo, ironías de la vida, hace poco decidió utilizar esos poderes para reabrir las plantas de carne porque decía que son alimentos proteicos vitales para el pueblo, con lo cual estoy de acuerdo, pero de nuevo insisto: se requiere un plan. Entonces ordenó que se abriera de nuevo, pero trajo como consecuencia inmediata que hubo más de 200 casos en una planta, y esos se convirtieron en más 1.200, y varios fallecidos de hecho.
Entonces son unos irresponsables. Y lo otro que me pone a pensar es que quienes trabajan en esas plantas. En ellas trabajan las minorías, afroamericanos, extranjeros y latinos principalmente. Entonces, por esa decisión vamos a sacrificar unas vidas para que otras vivan, eso me parece extremadamente inmoral, está muy mal. Y de nuevo, yo estoy a favor de la reactivación de la economía, es necesaria. Hay 36 millones de personas sin empleo, que no pueden pagar su renta, pero todo debe hacerse partiendo de un plan. Y además entender cuál es la crisis de cada área y tomar las decisiones correspondientes. Pero fíjese, aquí en Iowa uno de los estados con el mayor crecimiento de casos y ya está todo abierto (gimnasios, restaurantes, etc.). En verdad, no se dónde va a parar esto. Es difícil, Dios nos ayude…
En mi caso particular, mi empresa es considerada esencial porque nos dedicamos a productos de oficina, es decir, la demanda se caracteriza en producir oficinas portátiles muy afines para crear clínicas portátiles (con una demanda muy significativa), y nuestra empresa ha estado abierta, pero las ventas no son las mismas, han caído abruptamente. Debido a esa baja de la demanda me suspendieron por un mes y pega demasiado (imagínese), sin salario y con tantos compromisos. Lo bueno es que es escalonada, estuve tres semanas suspendido pero en este momento estoy de regreso, luego espero que dentro de dos semanas sea la última suspendida y sin salario.
No obstante, dentro de todo eso me considero extremadamente afortunado porque sé de casos de gente que tiene 10 y hasta 12 semanas sin trabajar y percibir salario (muy duro); pero en líneas generales bien, en medio de todo esto afortunado y bendecido por Dios por poder seguir trabajando así en una empresa sólida que ayuda a la sociedad.
Testimonio 2: Johnny A. Molina – ULA 1990 (A veces economista, pero siempre observador, opinador y lector). 28 años en Florida, Estados Unidos (21-05-2020)
La pandemia del coronavirus (covid -19) tomó al mundo por sorpresa, excepto aquellos que han venido sonando la alarma por mucho tiempo como el conocido billonario Bill Gates (fundador de Microsoft). El señor Gates a través del esfuerzo filantrópico de su fundación alrededor del mundo, principalmente en África, profetizó durante una ahora famosa conferencia TED que “el riesgo grande que enfrentará la humanidad no es la guerra nuclear sino un virus altamente contagioso capaz de matar 10 millones de personas en las próximas décadas”. Agregando que se ha invertido mucho dinero en armamento y muy poco en un sistema para enfrentar una epidemia. “No estamos preparados para la próxima epidemia” fueron sus palabras exactas.
La epidemia que se originó en la ciudad de Wuhan de la provincia Hubei de China Central y ahora extendida por todo el mundo ha alterado –directa o indirectamente– la vida de millones de personas alrededor del mundo. Con más de 5 millones de casos confirmados y 330.000 muertes en todo el mundo, la actividad humana se redujo rápida y estrepitosamente amenazando con provocar una depresión económica y documentada solo vista en los años treinta del siglo pasado. En Estados Unidos solamente, más de 30 millones de personas quedaron sin empleo. El gobierno del presidente Trump, que al principio ignoró la gravedad de la situación, ha tenido que hacer uso del inmenso poderío del gobierno federal para tardíamente tratar de frenar el esparcimiento del virus causando problemas por la falta de comunicación, la testarudez y los caprichos del presidente, quien piensa que todo es una maniobra política para evitar su reelección en las elecciones de noviembre.
La falta de voluntad política, la ausencia de un plan para hacer pruebas de laboratorio para confirmar el contagio del virus y subsecuente aislamiento de los contagiados, la resistencia a seguir lineamientos de parte de las autoridades sanitarias –en parte por el escepticismo del alto gobierno–, el desmantelamiento de las comisiones de expertos en epidemias y el mal entendido concepto de la libertad individual presentó la tormenta perfecta de la que apenas se está saliendo sin saber con certeza si vendrá una segunda ola en el otoño y más importante: no saber si somos portadores del virus, ni si hemos estado en contacto con alguien que lo es porque los materiales y los procedimientos para hacer los exámenes no están ampliamente disponibles en el país “más rico y poderoso del mundo”.
En las últimas semanas, los gobernadores estadales han empezado el proceso de “reabrir la economía”, un término que se ha hecho popular para referirse al proceso de normalizar la actividad económica abriendo aquellos negocios llamados no esenciales como los restaurantes, salones de belleza, tiendas de ropa. etc., que emplean un número importante de la población. El gobierno ha ofrecido ayuda en términos de préstamos a pequeños negocios que usen el dinero para mantener su nómina y así frenar el desempleo que alcanza más de 20% según analistas económicos. Una vez que pase el efecto paliativo de estas medidas que se espera dure 8 semanas se verá con más certeza la capacidad de recuperación de una economía basada en el consumo cuando su principal motor (los consumidores) no han podido lo que mejor saben hacer: consumir.
Importantes compañías como JP Morgan han empezado a hacer su trabajo forense y predictivo aduciendo que la tasa de infección ha mostrado un declive en estados donde la cuarentena ha expirado. Se desprende de esta conclusión que el covid-19 probablemente tiene su propia dinámica que no guarda relación con las medidas de “Quédate en casa” que fueron implementados. La chispa se ha encendido y el debate sobre si valió la pena paralizar un país entero. Esto desestima el factor humano y el efecto que 100.000 muertes significa para los familiares de cada uno de los fallecidos a causa del virus. Los revisionistas estarán a la orden día manejando las cifras para apoyar aquellas conclusiones que más les favorezca para su tolda política y económica. Por otra parte, los demagogos y los gobiernos autoritarios están usando la coyuntura para ejercer aún más control de sus gobernados y encender las llamas siempre presentes del racismo, el resentimiento a las minorías e inmigrantes y acentuar los problemas geopolíticos.
Cada recesión típicamente acelera tendencias preexistentes como el trabajar remoto o la preferencia por compras por Internet lo cual presenta un reto importante a los modelos tradicionales de negocios. Estados Unidos experimentará un repunte lento debido al daño al mercado laboral y de crédito y una tasa de desempleo de al menos 8,5%. Todo esto sin contar con el efecto desconocido que va a tener el endeudamiento público que ya alcanza 23 trillones de dólares.
Pero no hay nada de qué preocuparse, ya pronto podremos ir a los juegos de pelota y sentarnos en un restaurante a cenar como si nada hubiese pasado, pero lo mejor del caso es que siempre tuvimos Wi-Fi y Netflix nunca dejó de funcionar.
Testimonio 3: Jorge Ardila. Ingeniero ULA. 6 años en Texas, Estados Unidos. (20-05-2020)
La situación actualmente acá en Texas y en todo el país es compleja, debido a que el presidente Trump autorizó la apertura de la economía nacional, pero muchos gobernadores y alcaldes están en desacuerdo con esa medida sobre todo en los estados donde hay grandes metrópolis.
Ahora, el gobierno lejos de tomar medidas para salvaguardar a los ciudadanos, ha tomado medidas económicas que para ellos es la prioridad, por encima de las millones de vidas en juego… Se vio desde el principio de esta crisis sanitaria la intención de apertura del país por encima de todo, y poco a poco se fue alargando el plazo por recomendaciones de expertos… Aquí simple y llanamente, para el gobierno, según mi punto de vista, lo que está en juego es su reelección, por ello la respuesta desesperada de revertir el tema económico por encima de todo sin tomar las recomendaciones de los expertos de centro de control de enfermedades: el doctor Fauci y otros científicos que a cada rato desmienten las declaraciones del jefe de gobierno.
Para continuar el show mediático del presidente Trump, comenzó una serie de insultos a periodistas y contrincantes políticos para de alguna manera lanzar un pote de humo sobre la realidad nacional: el incremento significativo de casos y muertes, y a la espera con mucho temor de una nueva oleada de contagios.
Me preocupa la irresponsabilidad de muchas personas en restaurantes sin ningún tipo de protección. Yo al retirar los delivery veo muchísimos carros y personas, claro, me imagino la disyuntiva de los propietarios de los restaurantes: la ganancia es mínima para mantener el personal y los gastos operativos
Esta pandemia definitivamente cambiará los hábitos y conductas de la raza humana. Tenemos que adaptarnos y cuidarnos al extremo si queremos contar esta experiencia a nuestros nietos
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2020. pedromoralesrodriguez@gmail.com
@tipsaldia
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