Sin autocrítica y rectificación el "estado de excepción" agravara la situación
En la filosofía política de Platón, se presentaba como sistema ideal
el "gobierno de las leyes", como forma opuesta al "gobierno de
los hombres", de sus arbitrariedades y abusos. En la misma sintonía,
Inmanuel Kant (1.724-1.804) definía al Estado como “la reunión de una pluralidad de hombres bajo
leyes jurídicas”. No obstante, a finales del siglo
XVIII los conceptos Estado de Derecho y Constitución asumen una innovadora connotación, en el sentido que la soberanía recae en el pueblo; el poder del
Estado se ejerce de manera limitada; la estructura se consagra en una
Constitución (ley fundamental): la cual determina la génesis, el ejercicio y
los límites del poder del Estado; los
órganos del poder público y los gobernados están sometidos a ella; todos
los actos de autoridad deben respetar los términos constitucionales de forma,
de fondo y de legalidad; la transformación del orden constitucional se regula
por la misma Carta Magna.
Consiguientemente,
el proceso de transición del “Estado Legal de Derecho” al “Estado de Derecho
Constitucional” estableció un cambio paradigmático donde la Constitución se
erige como la “norma jurídica” fundamental: su contenido es vinculante a toda
estructura del Estado. Así mismo, en un “Estado
Constitucional de Derecho” la primera jerarquía de la que arrancan todas las
normas, es el respeto y sometimiento a la Constitución tanto de los poderes
públicos como de los ciudadanos. Por tanto, existen suficientes “evidencias circunstanciales y científicas”, que
demuestran a todas luces, que la grave “emergencia económica” que hoy padecemos, no es debido a un “ataque devastador, súbito
o traicionero” al corazón del aparato productivo nacional, sino que es un “cuadro sindromatico”, a consecuencia
del quebrantamiento recurrente y sistemático de las bases y premisas
constitucionales que sustentan el modelo
económico del país.
Al respecto, considérense por ejemplo, algunas ideas expresadas
en enero de 2.010:
Aunque los precios de algunos rubros están
controlados, de acuerdo al propio “núcleo inflacionario” que genera el Banco Central de Venezuela (BCV) al cabo de
los dos últimos años, la inflación no ha podido ser controlada y se estima alrededor del 33% al cierre del
año. Es tal situación, se requieren aproximadamente 4
salarios mínimos para adquirir los bienes y servicios de la canasta básica
necesarios para mantener una familia de
cinco miembros de manera digna. Por otra parte, desde febrero del año 2005
hasta la actualidad no se ha devaluado
la moneda pero hay una inflación acumulada superior al 130%, que se traduce en
una profunda sobrevaluación cambiaria que trae como consecuencia estimular las
importaciones y desestimular la producción nacional. Esta situación explica en
parte el deterioro progresivo de la relación entre el bolívar y el peso.
En
relación al tema de la seguridad alimentaria, estamos en un círculo vicioso: “se
importa porque no se produce y no se produce porque se importa”. En tal
sentido, existe un crecimiento sostenido de las compras externas de alimentos.
A fines del año 1980 se tenía una
balanza comercial agrícola negativa de alrededor de 800 millones de dólares,
mientras que CADIVI autorizó hasta el
mes de agosto de 2.009 la cantidad 3.980 millones de dólares para la
importación de alimentos en el exterior (ante cifras de 5.843 millones
de dólares para el año 2.007 y 7.577
millones de dólares para el año 2.008).
En lo que respecta al año 2.010 el
Banco Mundial estima que la economía global empezará a recuperarse en el
primer trimestre del año 2010. No
obstante, para el caso venezolano se identifica la ausencia de cambios
estructurales y de conducta que pueden condicionar una recuperación y crecimiento
sostenido hacia el verdadero bienestar social.
Ante este panorama que hemos vivido, una declaratoria de “Emergencia
Económica Constitucional”, bajo la óptica de la autocrítica y la rectificación, puede ser el primer paso
hacia una rigurosa aplicación de la “neuroplasticidad económica”, fundamentada
en una educación de calidad a todo nivel
y en todas sus dimensiones (caso: Corea del Sur).
Pedro
Morales. Docente Universitario.
pmoral@unet.edu.ve ; @tipsaldia
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